Uno de los encuentros más esperados de los celebrados con el nombre de A una Coca-Cola de distancia con…, fue el que se celebró la tarde del viernes en la cafetería Toma 3, con el escritor y guionista Dustin Lance Black, quien presentó estos días su libro Niño de mamá. La moderadora del encuentro fue la escritora y directora Eva Güimil, la cual quiso agradecer a Dustin “por realizar un trabajo a lo largo de su carrera, gracias al cual habrá menos niños que crean que sean los únicos homosexuales del planeta”.

Lo primero que quiso abordar Lance fue que “hay muchas historias sobre el mundo queer que están olvidadas. Por ello es importante saber que tenemos unos antepasados, no familiares, con los que nos podamos identificar y a quienes encontramos en las películas, canciones o libros”. Su trabajo más conocido como guionista es Mi nombre es Harvey Milk (2008, Gus Van Sant) la cual, por lo anteriormente comentado, lo concibió de una manera muy cinematográfica.

Respecto a la situación de los derechos LGTBI+ en los Estados Unidos, comentó que “en momentos de crisis, como el que tenemos ahora mismo, determinados políticos pueden hacer que la gente se sienta mejor, si les dicen que ellos son mejores que las minorías, como los homosexuales o los inmigrantes”. A lo que añadió una bonita anécdota que sucedió al preguntarle un joven si había que seguir luchando por los derechos LGTBI+, a lo que él contesto: “siempre”.

Luis Mayo, Dustin Lance Black y Eva Güimil

El momento álgido de la charla, el cual nos puso a todos con los sentimientos a flor de piel, sucedió al comentar Lance con tranquila vehemencia ”necesitamos conversar con aquellos que no piensan como nosotros, por muy duro que nos parezca y tender un puente entre esas personas y nosotros, hablando con el corazón”.

Eva Güimil le preguntó por el guion de la película J. Edgar (2011, Clint Eastwood), en el cual se muestra una homosexualidad soterrada. Lance Black le contestó que “no fue un trabajo muy divertido. Es una historia que sirve para prevenirnos, porque si nos quedamos en el armario, como hizo Hoover, atacaremos a esas personas que son como nosotros. No es una historia muy inspiradora”.

Otra pregunta interesante fue la que se refirió a la polémica actual, respecto a que intérpretes heterosexuales representen en el cine a personajes homosexuales. Al respecto comentó “me parece muy inteligente dejar a un actor hetero hacer el papel de un homosexual, pero no tiene por qué ser siempre así. Cuando hicimos Mi nombre es Harvey Milk llamabas a los agentes preguntando por actores y actrices gays y todos te decían que no tenían. De repente, en estos últimos años han aparecido muchos, ya que los propios intérpretes exigen a sus agentes que no los mantengan en el armario”.

El último tema que surgió en esta interesante charla fue el estreno este año de la miniserie Por mandato del cielo (Under the Banner of Heaven), de la que nuestro protagonista fue autor del guion y que según Eva Güimil “es una oscura y desesperanzadora historia”. Lance Black quiso contar esta historia “desde que leí el libro hace diez años, ya que respondió a muchas preguntas sobre la religión con la que crecí. También es una historia de género, ya que en la Iglesia Mormona a las mujeres se las considera sirvientas”. Además, el formato de mini serie “era el formato ideal para algo tan denso como lo que contamos en ella”.